Muchas personas asumen que el deseo de llegar a tener un rostro armónico por medio de la cirugía es algo estrictamente contemporáneo, cuando en realidad data de muchos siglos de antigüedad. Los antecedentes de la Rinoplastia o cirugía de nariz se remontan al mundo antiguo, como atestiguan papiros egipcios del año 1500 a.C., y tratados de medicina hindú que documentan elaboradas técnicas de rinoplastia en el año 600 a.C.
Sin embargo, fue en el siglo XIX cuando realmente comenzó la revolución de la operación estética de la nariz, con la publicación de las investigaciones del otorrinolaringólogo John Orlando Roe, considerado el Padre de la Rinoplastia debido a su técnica de reducción nasal haciendo únicamente incisiones endonasales (dentro de la nariz), lo que se denomina Rinoplastia Cerrada.
Durante el siglo XX, se desarrollaron y perfeccionaron los procedimientos e instrumentos implementados en la cirugía nasal, destacándose eminentes otorrinolaringólogos como el alemán Jaques Joseph y el húngaro Emil Rethi, entre otros.
En la actualidad, la Rinoplastia se considera un procedimiento quirúrgico que procura que la nariz del paciente siga las líneas de su rostro, ajustándose estéticamente a su estructura particular. Ese efecto de armonía facial es el fundamento de nuestra filosofía y compromiso con el paciente: lograr un ajuste estético que luzca completamente natural.